Sin duda el monumento más importante a ver si estas de paso por Granada

Situémonos en la España medieval, concretamente en la zona de Andaluci­a en el sur de la peni­nsula.

Esta es la fortaleza-palacio de la Alhambra, una ciudadela real erigida sobre la ciudad de Granada, la ultima ciudad en la peniínsula dominada por los musulmanes, quienes mandaron construir en la cima de una empinada colina, una ciudad palatina que se asemejara al paraí­so.

Construida en los siglos XIII y XIV, la Alhambra fue obra de la dinasti­a Nazari­ que gobernaba los decadentes territorios islámicos del sur de España hasta su expulsion en 1492 por Fernando e Isabel, los monarcas que tambien financiaron la expedicion de Collon a traves del inexplorado oceaano Atlantico en el mismo año. Y lo maravilloso que tiene la Alhambra es que no es simplemente un edificio, sino que la li­nea entre paisaje y arquitectura parece casi imperceptible, de modo que de repente estas en un patio, o de repente estas en un jardi­n, y la seccion impuesta al estar en la cima de una colina juega de manera muy efectiva para que las vistas a traves del espacio y el movimiento a traves del espacio te permitan experimentar este paisaje integrado en la arquitectura.

 

Aquí­ hay un plano del sitio de la Alhambra, el complejo esta dividido en 3 partes.

En la parte occidental del conjunto tenemos la Alcazaba, que es la parte mas antigua de la Alhambra, esta fue construida como pieza central del sistema de fortificaciones para proteger la zona.

Su configuración ocupaba un espacio triangular contenido por una muralla, en cuyo extremo se encuentra un baluarte construido en tiempos de los Reyes Católicos, mientras que en el lado opuesto encontramos una muralla, fortificada con tres torres de vigilancia.

 

De hecho, el conjunto esta rodeado en su totalidad por una muralla y cuenta con varias torres vigi­as como la Torre de la Vela, que es 
la más alta e importante de todo el conjunto, y la vista que se tiene de la ciudad desde lo alto de estas torres es extraordinaria.

La Alcazaba

La Alcazaba tuvo como núcleo urbano el cuartel militar, del que aún se pueden ver restos. Antes de que se construyeran los palacios, la Alcazaba sirvió como residencia de los gobernantes de la ciudad, ya luego adquiriría un carácter puramente militar.

En la parte oriental del conjunto, se encuentra la parte de la ciudadela que solía ser residencial y pública, la Alhambra originalmente encerraba toda una ciudad palatina, incluyendo viviendas comunes, talleres de artesanales, la casa de la moneda real, varias mezquitas y baños públicos.

 

Palacios Nazaríes

Hay por todos lados estos pequeÃños canales de agua que recorren todo el complejo, transportando el agua de un extremo al otro.

Una notable caracterí­stica de la ingeniería Arabe.

En el norte del conjunto se encuentra la parte más preciada de la ciudadela, la razón principal por la que se visita la Alhambra, los Palacios Nazari­es, que fueron residencia de los emires, los gobernantes musulmanes de la ciudad de Granada.

Jardín del paraíso islámico

Estos palacios forman una serie de apartamentos, salones y patios, enmarcados en un escenario de arcadas, fuentes y jardines.

Al entrar, inmediatamente se nota como está adornado con una minuciosa decoración superficial, ya sea en yeso, piedras preciosas o azulejos vidriados.

Las paredes están incrustadas con azulejos a una altura de un poco más de un metro, sobre los cuales se lleva a cabo una esquema separado de tratamiento arabesco.

Debemos recordar que los musulmanes solo decoraban con motivos vegetales y geométricos, y también con su escritura llamada caligráfi­a. 

 

 

Este es el Mexuar, que funcionaba como ala de entrada. A un lado está¡ este pequeño patio con una pequeña fuente en el centro.

Y un efecto que tienen estos palacios es la paz y el silencio que sientes dentro de ellos como si estuvieras completamente aislado del mundo exterior, 
pero al mismo tiempo rodeado de naturaleza.

Esta idea del jardi­n es algo que se ve una y otra vez en la arquitectura islamica,

y siempre negocia entre una definición geométrica del jardi­n y la fecundidad explosiva de la naturaleza para reproducirse y crecer.

Esta es una descripción del parai­so, que no es tan diferente del Jardi­n del Parai­so que se describe en el Antiguo Testamento, con los reos saliendo del recinto delimitado,pero la imagen del Jardi­n del Parai­so se desenvuelve más enfáticamente en la arquitectura islamica que en la arquitectura cristiana, especialmente en los jardines.

 

El paisaje y la arquitectura se mueven juntos. 

Patio de los Arrayanes

El primero de estos patios, conocido como el Patio de los Arrayanes tiene su eje mayor colocado de norte a sur. Hay una larga alberca lineal que te muestra la integración del agua en el patio.

Esta alberca refleja los edificios como un gran espejo de agua que cambia con los diferentes tonos de luz a lo largo del dí­a.

Este espectacular elemento es tanto estático como funcional, pues como toda vivienda con presencia humana, este palacio requiere de un lugar que contenga el agua, y el agua siempre está circulando por estrechos canales que irrigan los arbustos.

Al sur hay una arcada de dos pisos, y al norte está la Torre de Comares, y dentro de ella el «Salón de los Embajadores»,con ventanas profundamente empotradas en tres lados que dan vistas de la ciudad abajo, y podrías estar aquí­ en esta cámara admirando el patio pero también vigilando el paisaje para ver si se acerca algún intruso, por lo que tienes estas perspectivas estipuladas por todo el edificio.

Puedes ver que hay varios patios que organizan bandas delgadas de espacios a su alrededor y que estos volúmenes están colocados al borde del precipicio para que puedan obtener estas vistas espectaculares y capturar el paisaje circundante que es parte del ámbito del edificio, así­ como el paisaje cercano de los jardines que se despliegan en lo alto de la meseta.

Cada ventana en la Alhambra no solo exhibe  una vista, sino que enmarca perfectamente el paisaje de una manera que hace que cada vista sea lo más dramática posible.

Aquí­ esta la vista desde uno de los patios de la Alhambra puedes ver que es un gran palacio en una gran colina, y puedes ver el resto de la ciudad extendiéndose en las tierras bajas, y el palacio subiendo la colina.

Y observa cómo en esta habitación, las ventanas tienen un elemento muy usado en la arquitectura islámica que se llama celosí­a, y la celosí­a es muy funcional para lugares que tienen un clima cálido, porque permite que la luz entre y el aire fluya por el interior sin dejar entrar directamente la luz del sol, y dado que la arquitectura islámica es muy introvertida e introspectiva, las celosí­as también se usan para aumentar la privacidad del espacio, ya que solo puedes ver a través del edificio.

Este salón está coronado por una cúpula poligonal con decoraciones arabescas.

Esta cúpula es una obra maestra de artesani­a en madera.

Está formada por decoraciones de madera de cedro con patrones entrelazados, y es una representación de los Siete Cielos del Paraíso Islámico, con el trono de Dios en el centro.

El otro patio principal, el Patio de los Leones, es el más elaborado.

Patio de los Leones

 

Los pilares se alternan entre uno y dos, y están rematados con capiteles propios de la Alhambra.

La arcada es de madera, cubierta con rica decoración de estuco.

Es importante mencionar que la arquitectura islámica está obsesionada con integrar el agua en la arquitectura, por lo que el agua es el elemento esencial en este increiíble palacio de la Alhambra, y la combinación de agua y luz crea un espacio que es un verdadero placer para los sentidos.

Pasado el patio de los leones hay un pasillo con un pequeño salón conocido como el Mirador de Lindaraja, que da a un patio con el mismo nombre, una especie de patio de los naranjos que verí­as en una mezquita.

Todo este pasillo es una obra de arte, donde puedes observar de cerca los ricos detalles de estas ventanas.

Arcos y columnas

Canales lineales de agua que brotan y riegan el jardí­n y dan vida al jardí­n, y una fuente en el centro, esto es espectacular, es casi la construcción literal de un modelo de los jardines del paraíso en el Corán, un recinto delimitado, con agua atravesándolo, subdividiendo el mundo en cuatro cuadrantes con estos leones, y estas fuentes penetran en la cámaras en los cuatro lados y se convierten en fuentes allí­ también, es genial.

 

Y aquí­ hay otro detalle más de la fuente de los leones, consiste en una gran pila rodeada de doce esculturas de leones, todas talladas en mármol, y se puede ver el agua que sale de sus bocas y luego es conducida al complejo sistema de canales.

 

Los capiteles de la Alhambra están tratados con volutas convencionales, o están formados con un tratamiento de estalactitas.

Dichos capiteles tienen una continuación hacia arriba, en forma de poste, y contra sus lados se apoya el arco peraltado, sosteniendo estalactitas.

La Sala de los Reyes está en el extremo oriental de este patio.

Recibe su nombre porque encontramos pinturas en los techos con representaciones de los diez primeros reyes de la dinastí­a.

Están pintadas sobre cuero y tienen una clara influencia del arte gótico cristiano, ya que en el arte islámico no solemos ver imágenes de personas, incluso se ha llegado a sugerir que en realidad fueron pintadas por artistas cristianos.

 

Decoración de estalactitas

Y a ambos lados del patio están la sala de las Dos Hermanas y la Sala de los Abencerrajes con techos cubiertos con decoración de estalactitas.

A estas estalactitas se les conoce como mocárabes y son una forma integral de la ornamentación de las bóvedas islámicas.

Se originaron a partir de la trompa, un elemento arquitectónico utilizado en la arquitectura medieval para traducir un cuadrado en un octágono.

Mirar estas bóvedas es asombroso, por todos los detalles que tienen.

Observa la dureza del exterior de la Alhambra, porque este edificio es casi como una geoda, un geoda parece una roca por fuera pero si la abres es una especie de cristal brillante, y si miras el exterior de la Alhambra parece sólida como una piedra, parece dura y fortificada, pero cuando atraviesas esa dura capa de mamposterí­a, obtienes la misma colección diáfana y ligera de pantallas que observamos en las mezquitas, encuentras una arquitectura
desmaterializada y extremadamente ligera.

Y el efecto es realmente asombroso porque estás en la sombra, estás protegido, pero tienes esta asombrosa transparencia de vista a través de todo el espacio, es fenomenal.

La decoración geométrica ricamente modelada en yeso, brillantemente pintada y dorada, probablemente nunca haya sido superada.

Y en el siguiente pasillo se pueden ver a través de una de las ventanas las bóvedas de ladrillo de los baños, que tienen pequeños huecos con estrellas octogonales para iluminar el espacio con una luz tenue.

Estas bóvedas se apoyan sobre columnas y arcos de herradura.

Este pequeño patio llamado Patio de la Reja, tiene probablemente la mejor vista de todo el palacio, porque se ve todo el barrio medieval de la ciudad de Granada, el Albaicí­n.

 

Albaicín

Y pasear por este barrio es muy especial, por el carácter arquitectónico de los edificios, y por su traza urbana medieval, realmente te da la sensación de vivir en otra época, y allá­ hay una pequeña plaza desde la cual se ve la ciudadela.

Partal

El palacio más antiguo que se conserva es el Partal frente al cual encontramos una gran alberca rectangular con una disposición similar a la que vimos en el Patio de los Arrayanes, y también un conjunto de pequeñas zonas ajardinadas, integrando de nuevo el agua en la arquitectura para irrigar los jardines.

El relajante sonido del agua es la música de la Alhambra.

Hay tantas vistas asombrosas en la Alhambra que hacen de esta pieza arquitectónica un gran placer para todos los sentidos.

Generalife

En el cerro colindante se situa el Generalife, que es una residencia rústica de la epoca nazarí­.

Para llegar hay que cruzar un puente y caminar por un gran jardi­n con terrazas, albercas y canales de agua.

Cuando llegas al Generalife, pasas por una arcada. Desde allí­ se puede ver a lo lejos la Alhambra en su totalidad.

El Generalife cuenta con varios patios ajardinados rectangulares con pabellones decorados en cada extremo, y representa la fusión entre la naturaleza y la arquitectura.

Puedes ver en estas escaleras como el agua se integra hasta en el barandal y esta es justamente la esencia de la Alhambra:

agua, naturaleza y arquitectura, todo en uno, donde puedes sentir el frescor 
incluso en este clima cálido.

Palacio de Carlos V

Quizás hayas notado este edificio cuadrado con un agujero en el centro, este es el Palacio de Carlos V. Fue construido en 1527 por el arquitecto Pedro Machuca, discí­pulo de Miguel ángel, y es una estructura importante.

En planta, es un cuadrado de 63 metros en cada lado, que encierra un patio circular abierto de 30 metros de diámetro. La fachada exterior tiene dos pisos de altura, la inferior con almohadillado y 
la superior con columnas cónicas.

Ambos niveles tienen sobre las ventanas inferiores, otras ventanas circulares, de modo que los entrepisos puedan estar iluminados donde estos se produzcan.

La estructura está construida con una piedra de color dorado, y la parte central de las dos fachadas visibles son de mármol. Todo el diseño, que es de la escuela de Bramante,es el ejemplo más puro del Renacimiento en España.

El palacio nunca se ocupó, y ni siquiera se terminó el techo sino hasta el siglo XX,pero es un espacio muy bello.

Este es sin duda uno de los conjuntos arquitectónicos mas importantes y espectaculares de la arquitectura islámica medieval, y también es uno de los mejor conservados.

Así­ que lo que ves cuando visitas la Alhambra es exactamente lo que habrí­as visto en la Edad Media.

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